jueves, 14 de febrero de 2013

SANGRÍA


TERAPIA DE SANGRÍA
Historia de la sangría
Antiguamente llamaban a la sangría «punción en los colaterales» y forma parte de los métodos tradicionales de la acupuntura. La punción para provocar sangría constituye un método terapéutico externo que consiste en punzar extremos de los vasos sanguíneos o las venas superficiales con la aguja de tres filos para tratar las enfermedades. La punción para provocar sangría se utilizó desde los primeros tiempos de la acupuntura. Se remonta a la Edad de Piedra, en la que se pinchaba la piel con agujas de piedra «Bianshi» para curar enfermedades. Con la evolución de la sociedad, se ha ido desarrollando cada día la práctica de la acupuntura y se ha hecho un método terapéutico externo particular. Y en cuanto al instrumento, se han desarrollado de Bianshi hasta las «nueve agujas», entre las cuales algunas sirven para la sangría, por ejemplo, la aguja «Feng», que hoy día se llama aguja de tres filos y que se utiliza exclusivamente para sangrar. La terapia de punción para provocar sangría tiene una teoría sistemática obtenida a través de la práctica durante largo tiempo. En muchos libros clásicos de la medicina tradicional china, por ejemplo, el libro «Neijing» (Canon de la Medicina Interna), se describe detalladamente el mecanismo, agujas, técnicas, localizaciones, indicaciones y contraindicaciones de la terapia de punción para provocar sangría. En muchos puntos posteriores también hay registros sobre el tema. Había muchos médicos famosos en la época antigua que aplicaban esta terapia, tales como el doctor Huatuo, famoso cirujano del año 220 antes de nuestra era, quien curó con la sangría el síndrome de dolor persistente de cabeza. Yang Jizhou, famoso médico de la dinastía Ming, registró en su obra (Zhenjiu Dacheng) los puntos que se debían punzar para sangrar. Por ejemplo, punzar el punto sifeng (extra)
con la aguja de tres filos para tratar dispepsia infantil y punzar los doce puntos pozo que están ubicados en las puntas de los dedos de las manos para resucitar al paciente que se desmaya de repente. Este método se sigue usando hasta hoy en la clínica como medida de emergencia. La terapia de sangría es más usada en el área rural y en las zonas de las minorías nacionales de nuestro país, siendo un método muy popular, y con el tiempo se ha utilizado también en los grandes hospitales. Conviene mencionar que tal método terapéutico ha sido aplicado con éxito en el tratamiento de ciertas enfermedades en los últimos treinta años. Por todo lo mencionado, podemos decir que la terapia de sangría ha constituido una parte indispensable de la acupuntura.

Funciones de la terapia por sangría
a) Bajar la fiebre
b) Calmar el dolor
c) Para algunos casos urgentes
d) Como antiinflamatorio
e) Para disminuir la
f) Para bajar la tensión
g) Puede estimular el corazón
h) Calmar el asma
i) Para desintoxicar
j) Para tranquilizar

Técnica. Instrumentos
Antiguamente se usaba la aguja feng de las nueve agujas, o sea, las agujas de tres filos de hoy día. Estas agujas son hechas de acero inoxidable, y tienen tres tamaños: grande, medio y pequeño. Su uso común es para la punción de los colaterales, y para sacar sangre en cantidad relativamente grande.
Además, se puede utilizar agujas filiformes gruesas pero cortas para los doce puntos jing (pozo) y los diez puntos shixuan (extra.) en caso de sacar poca sangre. Las ventosas de diferentes tamaños se usan en la sangría por punción como instrumentos auxiliares. Las ventosas ideales son de vidrio porque puede notarse visiblemente cuánta sangre han sacado y además son fáciles de lavar. Aparte de agujas, es necesario preparar yodo, bolas de algodón hidrófilo.

Lugares para la punción
a) Por lo general se recomienda punzar los extremos de los vasos sanguíneos en los doce puntos jing (pozo) los diez puntos shixuan (extra.) renzhong (ren.26), yangbai (V.B.14), en los ápices de las orejas, etc., para que sangre de una a varias gotas, aunque en ciertas zonas como en la espalada, mientras mas sangre, mas fuerte será el resultado, teniendo que llegar a sacar incluso medio litro de sangre con las ventosas, a veces solo con unas gotas no sería eficaz.
Si se necesita sangrar más, puede ponerse una ventosa sobre el punto punzado,.
b) Punzar las venas superficiales con la aguja de tres filos para sangrar más cantidad en los puntos PC.3, P.5, V.40, taiyang(extra) y en las venas postauriculares. Cuando la sangría es suficiente, se puede comprimir con bolas de algodón secas para que no sangre más.
c) Punzar las arterias menores supradorsales del pie

Métodos de punción
a) Punción en forma «de punteo» con agujas de tres filos o agujas filiformes cortas. Suele usarse en los extremos de las partes del cuerpo. Por ejemplo, en los doce puntos jing (pozo) y los puntos shixuan (extra).
En primer lugar, siempre hay que esterilizar bien y luego apretar la falange distal del dedo que se va a punzar con los dedos pulgar e índice de la mano izquierda del médico para que el pulpejo se congestione; punzarlo con la mano derecha. De la misma forma, se podrá pinchar el punto ren. 26 y los ápices de las orejas. También se utilizan otros instrumentos para sangrar, tales como el martillo con agujas de forma de flor ciruela que se usa para golpear fuertemente la piel, o se usan varias agujas filiformes unidas para punzar la piel.
b) Punción lenta: Introducir y retirar la aguja lentamente para punzar las venas menores. Por ejemplo, sangrar en la parte del codo. Primero, atar el codo con una cinta para que se congestione, y luego punzar con la aguja de tres filos, pero es posible que se presente hematoma subcutáneo.
c) Poner ventosa: Es conveniente para aplicar en el punto taiyang (extra.), puntos del tronco, partes superiores de los miembros, después de esterilizar. Luego se pincha con la aguja y se pone la ventosa. Se acostumbra dejar la ventosa durante uno o cinco minutos. Al sacar la ventosa, hay que poner algodón hidrófilo o gasas alrededor de la boca de la ventosa y con la boca hacia abajo para que la sangre no ensucie al paciente. Hay que cuidar que la parte punzada sea menos amplia que la boca de la ventosa.

Continuidad Para las enfermedades agudas se recomienda punzar una vez por día durante dos o tres días seguidos. Podrá hacerse una vez con intervalo de uno o tres días cuando el paciente se sienta mejor. Con respecto a las enfermedades crónicas, se practica sólo una vez con intervalo de dos a tres días o hasta de una a dos semanas. Cinco aplicaciones constituyen un ciclo de tratamiento. De todas maneras hay que hacer punciones teniendo en cuenta las condiciones del paciente, su edad, la gravedad de la enfermedad, la cantidad de sangre, así como el resultado clínico.

Indicaciones
En la antigüedad esta terapia tenía indicaciones muy amplias. Actualmente, aunque no se usa en todos los casos, todavía está indicada en muchos casos clínicos de diversos departamentos, y se obtienen bastante buenos resultados. Los más comunes son:
a) En la medicina interna: Dolor de cabeza, pulmonía, resfriado, asma, colecistitis, enfermedades cerebro-vasculares, psicopatía, hipertensión, cardiopatía, insolación, intoxicaciones de monóxido de carbono, alta fiebre, dolores de todo tipo, náusea y vómito, etc.
b En cirugía: Lumbago, traumatismo, vasculitis, furúnculos, inflamaciones agudas locales y ciertas dermatosis.
c) En ginecología: Dismenorrea, molestias climatéricas, etc.
d) En pediatría: Convulsiones por alta fiebre, diarrea, dispepsia, etc.
e) En oftalmología: Conjuntivitis aguda y queratitis, etcétera.
f) En otorrinolaringología: Síndrome menieres, rinitis, laringitis y faringitis agudas, ronquera, amigdalitis y rinitis agudas, epistaxis, etc.
1.5. Precauciones y contraindicaciones
a) Contraindicado en los mismos casos que la acupuntura.
b) Contraindicado en enfermedades hemorrágicas.
c) Contraindicado en pacientes de anemia e hipotensión.
d) No es aconsejable punzar para sangrar en el caso de varices grave.
e) Contraindicado en angiomas.
f) Nunca debe olvidarse explicar bien al paciente lo que se va a hacer para que coopere con el médico.
g) Esterilización estricta para prevenir infecciones y no bañarse durante uno o dos días después del tratamiento.